El jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola, ha revelado las medidas que se implementarán durante las Fiestas Patrias para controlar las marchas anunciadas contra el gobierno de Dina Boluarte. Entre estas, destaca la inspección de vehículos que ingresen a Lima, una acción que busca prevenir actos violentos pero que también suscita cuestionamientos.
Arriola detalló que se realizarán operativos similares a los del año pasado, interviniendo buses y minivanes en las entradas a la capital. Aunque justificó estas medidas como necesarias para identificar a personas con requisitorias pendientes, el propio jefe policial reconoció que podrían ser percibidas como discriminatorias, lo que plantea interrogantes sobre su aplicación y alcance.
En un intento por equilibrar la seguridad con el respeto a los derechos civiles, la estrategia policial incluye la participación del Ministerio Público. Se ha solicitado la presencia de fiscales de prevención para supervisar tanto a manifestantes como a efectivos policiales durante las protestas, buscando prevenir posibles abusos.
Si bien la intención de prevenir violencia es comprensible, la implementación de estos controles podría generar tensiones y debates sobre los límites entre la seguridad y las libertades civiles. El impacto de estas acciones en el desarrollo de las manifestaciones serán sin duda base para la opinión pública en los próximos días.
