Un día después del hallazgo de los cuerpos sin vida de 13 mineros secuestrados en la provincia de Pataz, el ministro del Interior, Julio Díaz Zulueta, ofreció una conferencia desde Trujillo en la que reconoció que la inseguridad en la zona “no se soluciona de un día para otro”. Afirmó que se están ejecutando operativos desde su llegada al cargo, incluyendo el envío de 800 agentes y la destrucción de socavones ilegales.
Díaz Zulueta atribuyó la escalada de violencia a una estructura criminal denominada “La Nueva Alianza”, conformada por diversas bandas como “Los Pulpos”, que estarían disputándose el control de zonas de explotación ilegal de oro. Aseguró tener “todas las condiciones” para enfrentar esta crisis y dijo sentirse indignado por los hechos.
El ministro también contradijo las declaraciones del primer ministro, Gustavo Adrianzén, quien negó haber recibido una denuncia formal sobre el secuestro. Según Zulueta, la Policía Nacional recibió la alerta el 29 de abril e inició la búsqueda inmediatamente, encontrando los cuerpos cinco días después. Esta versión coincide con lo señalado por los familiares de las víctimas.