Ante la próxima llegada del primer lote de vacunas para menores al Perú, muchos padres de familia aún tienen dudas respecto a la inmunización. En la siguiente nota, conoce el porcentaje de eficacia de las dosis y los posibles efectos.
Ante el próximo inicio de la vacunación a niños y niñas de 5 a 11 años de edad, muchos padres de familia aún tienen dudas sobre la aplicación de las dosis del laboratorio Pfizer. En esa línea, Camille Webb, médico infectóloga de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), respondió ciertas interrogantes que se tienen respecto a la próxima inmunización de los más pequeños.
La galena recordó que la vacuna contra la COVID-19 no es la única que se le aplica a los menores, sino que existen otras 16 que deben ser colocadas a los niños y niñas para evitar desarrollar enfermedades graves como la varicela, sarampión y otros. Por ello, ratificó que sí se podrían dar algunos dolores posteriores a la inmunización del coronavirus.
No obstante, enfatizó que esto es común. “Cualquier vacuna puede causar molestias locales o quizás un poco de dolor en ciertas zonas y cansancio o fiebre. Usualmente, dentro de las 24 o 48 horas, esto se suele resolver a más tardar. Eso es normal, no solo con las dosis de COVID-19, sino con cualquier vacuna que reciben los niños”, mencionó.
Del mismo modo, algunos padres se preguntan si los efectos son graves. La respuesta es no. Webb sostuvo que estos pequeños dolores pueden ser tratados con facilidad y los progenitores pueden detectarlos mediante los síntomas que se pueden presentar tras algunas horas.
“Los síntomas son leves y se suelen tratar con panadol o pañitos húmedos para bajar la fiebre. Entiendo que ningún padre quiere que su hijo pase por dolor o molestias, pero esto es muchísimo más seguro que contraer la infección. Considero que es un pequeño riesgo para evitar el contagio del menor o al menos disminuir la severidad de la enfermedad”, acotó.
Asimismo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ratificó que la seguridad de la vacuna es alta, ya que se estudió en 3.100 niños y niñas de 5 a 11 años de edad, donde ninguno tuvo efectos secundarios graves. Además, la efectividad de la prevención es de un 90,7%.
“Sí, la dosis que han estudiado y esa es la que ha mostrado la eficacia para prevenir la enfermedad severa en este grupo”, dijo la médica de la UPCH. Por otro lado, señaló que la dosis administrada solo será de 10 microgramos, un tercio de lo que se pone a los adultos.
¿Y qué sucede con los menores con comorbilidades?
La especialista recalcó que este grupo de población es de atención prioritaria, puesto que pueden desarrollar cuadros más graves si no se inmunizan. Por ello, invocó a los padres de familia a consultar previamente si podrían presentar efectos más fuertes de acuerdo a su diagnóstico.
“Los niños con comorbilidades son de mayor riesgo de hacer enfermedad severa por COVID-19 y con los que mayor razón deben estar vacunados. Es importante que los padres hablen con sus propios pediatras para que sepan si podrían desarrollar algún efecto o síntoma fuerte dependiendo de sus casos específicos”, detalló.