Según el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), nuestro país alberga más de 5454 presos de nacionalidad extranjera, de los cuales 3814 (69.93%) son venezolanos, dividiéndose entre 3603 varones y 211 mujeres. La mayoría fueron condenados por delitos de tráfico de estupefacientes, trata y por hurtos. En total son 2395 procesados y 1419 sentenciados.
Según el informe del INPE, los ingresos promedios de los hogares, antes de su detención eran inferiores a los 130 bolívares mensuales, equivalentes a 1,48 dólares. Gran parte de ellos, al salir bajo libertad condicional, no tienen el pasaporte, no tienen permiso de trabajo y son mal vistos por la sociedad por haber estado en prisión.
Asimismo, el informe señaló que la mayoría de venezolanos migran hacía Perú huyendo de contextos de violencia. Al respecto, Erika Solís, investigadora del IDEHPUCP y especialista en criminología y seguridad ciudadana, señala que vincular migración y criminalidad es un error. “Atribuir causalidad delictiva a la nacionalidad es un error. La criminalidad tiene causas estructurales, no pasaportes”, señala.




















































