
Al principio de la pandemia se creía que los pacientes con cáncer en la sangre tenían el riesgo de sufrir hasta por tres el impacto del nuevo coronavirus, pero, según el doctor Daniel Enríquez, oncólogo médico del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), esta teoría terminó perdiendo fuerza debido a que la COVID-19 requiere de un sistema inmune adecuado para atacar al pulmón.
Esto se debe a que los pacientes con cáncer hematológico tienen las defensas bajas, propia de la enfermedad, por lo que los efectos del coronavirus pueden ser menor en este grupo.
“Los pacientes con cáncer hematológico tienen menor probabilidad de desarrollar eventos severos por COVID-19 porque tienen un sistema inmune deficiente y uno de los requisitos para que se produzca la infección es tener un sistema inmunológico normal. Como sabemos, lo que daña finalmente es el pulmón de los pacientes que han sido infectados, no es el coronavirus, sino la reacción inflamatoria que produce. El cuerpo se ataca a sí mismo ante la presencia de esta enfermedad”, expresó el especialista en entrevista con CORREO.
“Actualmente se recomienda no retrasar un tratamiento curativo, balancear siempre el beneficio y riesgo de los pacientes, pero evitando en lo posible negarle un tratamiento al paciente. El paciente tiene más riesgo de morir por el cáncer que por el COVID-19, por lo tanto, siempre va a pesar la enfermedad de fondo que es el cáncer hematológico”, añadió.