La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado nuevamente la viruela del mono (mpox) como una emergencia sanitaria internacional. Esta decisión, que representa el nivel más alto de alerta, fue adoptada después de que un comité de 15 expertos determinara que se cumplían los criterios para tal declaración.
El brote actual, originado en la República Democrática del Congo (RDC) y limitado principalmente a África, se distingue por la propagación de una cepa más peligrosa del virus, conocida como clado I, con una variante adicional denominada clado Ib, que presenta una tasa de mortalidad del 3,6%.
En respuesta al aumento de casos, la agencia sanitaria de la Unión Africana también ha declarado una «emergencia de salud pública», su máxima alerta, para abordar la situación en el continente. Desde enero de 2022, se han registrado 38,465 casos y 1,456 muertes en 16 países africanos. En 2024, los casos aumentaron un 160% en comparación con el año anterior, según datos del Africa CDC, lo que subraya la gravedad de la situación.
El mpox, que se transmite principalmente por contacto estrecho con personas infectadas, ha mostrado características más severas en el brote actual, con erupciones cutáneas que cubren todo el cuerpo. La declaración de emergencia mundial permite a la OMS acceder a fondos para mejorar la capacidad de diagnóstico, la respuesta sanitaria, y apoyar el tratamiento y la vacunación, aunque las autoridades advierten que estos desafíos no serán fáciles de superar.