En la que fuera una de las ciudades más afectadas por un virus del que -por entonces- poco se hablaba y sobre el que nada se sabía, la vida ha vuelto a la normalidad.
Y no sólo eso. Para sorpresa de muchos, Wuhan -donde surgió el coronavirus SARS-CoV-2 hace ya casi un año- se ha convertido ahora en uno de los principales focos turísticos de China.
Sólo durante la semana dorada, un período festivo en el gigante asiático que va del 1 al 7 de octubre, la provincia de Hubei atrajo más de 52 millones de turistas que generaron ingresos de aproximadamente US$5,2 mil millones.
Y Wuhan, la capital regional, recibió casi 19 millones de visitantes, según cifras del departamento de cultura y turismo de la provincia.
Paralelamente, el resto del mundo sufre los embates de una segunda ola de covid-19, que en algunos países ha incluso afectado a más gente que la primera.